Crónica: La Fiesta Nacional de la Primavera en Dolores — tradición, juventud y orgullo de Soriano
Cada octubre, Dolores florece. No solo por el cambio de estación, sino por el renacer de una tradición que late desde hace más de seis décadas. La Fiesta Nacional de la Primavera no es un evento más en el calendario de Soriano: es el corazón mismo de su identidad, el reflejo del espíritu colaborativo y creativo de una comunidad que, año tras año, transforma su ciudad en un escenario de color, arte y emoción compartida.
Desde su primera edición en 1960, esta celebración ha trascendido las fronteras locales para consolidarse como un ícono nacional. Estudiantes de los liceos Nº 1 y Nº 2, junto a la Escuela Técnica de Dolores, se convierten en verdaderos arquitectos del asombro: diseñan, construyen y dan vida a carrozas temáticas que recorren las calles acompañadas de coreografías vibrantes y sonrisas cómplices. Familias enteras colaboran, los barrios se movilizan, y cada detalle se planifica con la misma pasión de quienes saben que la fiesta no solo se mira, se vive.
En 2025, la 63ª edición se celebró el fin de semana del 11 y 12 de octubre, reafirmando su vigencia y su poder de convocatoria. Miles de visitantes llegaron desde distintas partes del país atraídos por la autenticidad del festejo, por esa mezcla encantadora de juventud, tradición y pertenencia que define a Dolores. Las calles se llenaron de música, pétalos, trajes coloridos y alegría contagiosa, mientras los protagonistas —los jóvenes— recordaban al país entero que la primavera no es solo una estación: es una actitud, una forma de mirar la vida con esperanza.
La fiesta es mucho más que un desfile: es un proceso educativo y social que une generaciones. Profesores, padres, vecinos y comerciantes se integran en un esfuerzo colectivo que fortalece los lazos comunitarios y proyecta a Dolores como destino turístico-cultural de relevancia. Su reconocimiento como Fiesta Nacional no solo honra su historia, sino que también impulsa la economía local, genera oportunidades para el comercio, la gastronomía y el alojamiento, y posiciona al departamento de Soriano como un referente de creatividad y convivencia.
Para quienes alguna vez vivieron la emoción de ver su carroza desfilar, de pintar una flor o ensayar una coreografía al atardecer, la Fiesta de la Primavera no es solo un recuerdo: es parte de su historia personal. Y para quienes aún no la han vivido, es una invitación abierta a sentir cómo una ciudad entera se transforma en símbolo de alegría y comunidad.
Agendala desde ahora: octubre en Dolores siempre tiene perfume a primavera, a juventud y a orgullo sorianense. Porque cada edición es una nueva oportunidad de celebrar lo que somos, juntos.
Cronica: Jacobo Malowany/fotos Melina Cruz
